Disneyland, uno de los parques más populares del mundo, entendió este principio cuando presentó el sistema de FastPass en 1999. El sistema permite llegar y obtener un boleto para una atracción que sucederá en un tiempo posterior al de llegada. Mientras se espera se pueden disfrutar de otras atracciones en el parque, anulando el tiempo de espera en la fila. La idea del fastpass es armonizar la experiencia y sobretodo hacer más satisfactoria cada visita. ¿Cómo podrías inspirarte por este ejemplo para armonizar el flujo de migrantes en los centros de integración?